momento 1: duda.
Era una de esas noches en las que no se sabe por cuál ventana va a ingresar el huracán, después de varias vueltas abro los ojos para encontrarte sentado en el balcón, fumando, perdido en algún rincón de tu cabeza.
Como un imán tu imagen me absorbe cada vez mas, me quedo ensimismada en el humo q sale de tu boca, que se escapa como el humo de un barco en el horizonte alejandose cada vez más, que no se sabe ya si su limite es el cielo o el mar.
Simplemente te observo y vos lo sabés, sin embargo no te molestas en devolverme la mirada, la noche se hace cada vez mas fría, el verano se acobarda ante tu presencia.
Son estas noches las que me hacen preguntar por que seguís acá, por que simplemente no terminas de cruzar la raya de aquel horizonte despareciendo pero tu presencia es inevitable en mi, fuiste el amor, fuiste el odio, el miedo.
Desde la primera vez que nos conocimos aquella noche de verano, valga la redundancia, supe que lo que me había atraído era esa especie de convivencia de dos universos, como me podías amar con un dejo de indiferencia. Como en tu mundo yo ingresaba hasta cierto limite y si había de cruzarlo me sumergía en una zona prohibida, hostil.